Quijotes desde el balcón

miércoles, 27 de julio de 2016

El Retorno

EL RETORNO
(relato creado en mayo del 2010 para el concurso "Postrelatos". Programa "El Postre" de Radio3

El avión salió de entre las nubes y Tomás se inclinó sobre la ventanilla, comenzaban a descender: el sol del atardecer doraba las aguas del Atlántico, hacia el Oeste distinguió la silueta de la ciudad de la que había partido cuando tenía tres años. Esta vez quería reconocerla por sus maravillas, que la distinguen entre millones de ciudades; Estatua de la Libertad, Empire State, Central Park,... Pero solo tuvo una vana visión de la señora con la antorcha, todo lo demás permaneció en sus imágenes y en los miles de folletos y fotografías que su madre adoptiva conservaba de cuando fueron a buscarlo.
Era una locura; habían pasado treinta años; pero si la llaman "la tierra de las oportunidades", él no iba a ser menos e iba a estrujar al máximo éstas que la vida, y el hecho de que su padre fuera un importante directivo de una empresa constructora a nivel mundial, le habían dado. Estaba muy seguro en sí mismo de que su terquedad, heredada del único padre que conocía, y sus años de carrera y másteres en periodismo, le abrirían puertas en esta búsqueda con principio y fin.
No abandonaría la Gran Manzana, sin dar con sus padres biológicos.
Nada más poner el pie sobre la tierra cogí, sin pensar mucho en lo que hacía, un taxi dirección al Orfanato Gubernamental, sin preguntarme demasiado por qué tendría ese peculiar nombre. Y, como no, la respuesta fue que no me podían dar información de los procesos de recogida y adopción, a no ser que fuera por orden judicial, (para lo cual ya venía bastante prevenido por los abogados de mi actual padre y no me fue difícil ir a un juzgado oficial a recoger dicha orden). Una vez allí, la actual encargada, asombrada por mi velocidad de movimientos, no tuvo más remedio que enseñarme los archivos de 1976, insistiendo en que en ese año hubo muchos ingresos en el centro de adopción y sería muy difícil localizar a mis reales progenitores.
Cada uno de ellos tenía las huellas dactilares del sujeto adoptado o recibido. Así tras dos días de intensa búsqueda junto con Mathew, el abogado de mi padre más cercano a la familia, dimos con la desagradable sorpresa. Sorpresa porque mi madre natal provenía de esclavos negros de los extensos campos de Alabama y mi padre fue consejero de defensa militar en la política exterior de Estados Unidos, (de hay que me dejaran en un Government Orphanage). La simple idea de un escándalo de un miembro de la ejecutiva del Presidente Carter con una recogedora de algodón, apresuró los trámites de mi ingreso en dicho Orfanato.

 
Esclavismo. Campos de Algodón

Faltaban dos días para mi regreso a Madrid, y ya no volvería a desprenderme de esa sensación de vacío y revoltijo que jugaba con mi estomago e intestinos...
Sobre todo cuando después de visitar a mi padre biológico, ingresado un centro para enfermos mentales subvencionado íntegramente por el gobierno, conseguí la carta de las últimas palabras de mi madre antes de quitarse la vida con un abrecartas en el mismísimo despacho de la única persona que amó y repudió al mismo tiempo.
Ella nunca le perdonó el hecho de entregarme en esa fría institución para niños "sin vidas propias".

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