por Claudia I. Sánchez
Dentro de un tiempo reencontrado
un festival colorido,
sumergidas en una sinfonía:
el día es noche provocada
y la noche inventada es aventura
de fantasía estival, acaso musical.
Sueños ignotos
búsquedas lejanas
adversidades cálidas y compartidas.
Pasaje original y gratuito
intercontinental
qué nos asoma momentáneamente
deliciosamente
con buenos rodajes
convocando imágenes
revolucionariamente
rodando en los márgenes
centrales, de la actualidad callada;
y, al rato:
nos despierta,
nos alerta,
nos invita a la fiesta cierta.
Y en la imaginaria magia meridiana
bajamos
por la cuesta
(aún sumergidas en otras sinfonías
aún cuestionadas por otras
tristezas y alegrías)
a nuestra étnica y brillante realidad
a veces,
más cinéfila, incluso.
1 comentario:
Me encanta.
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