El Rey levantó con solemnidad su cuerno lleno de aquella espumosa y rojiza cerveza. Los caballeros, expectantes, hicieron lo mismo. El rey carraspeó un poco y dijo: " Señores, la Tierra de la Frontera, es al fin nuestra! " y una explosión de júbilo, brindis, y espuma chorreante, invadió aquella estancia del viejo castillo...
1 comentario:
¡¡Güeno...Güeno...!!
Nota: ¡¡¡El cuerno para el bebercio es buenísimo!!!!
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