Quijotes desde el balcón

domingo, 25 de abril de 2010

Hoy soy una canción

Sobresaltado despertó Felipe esa mañana de marzo. Las gotas golpeaban los cristales como una jauría de clientes la puerta de los grandes almacenes el día de las rebajas. Era domingo y no había nada que hacer. Quizás bajar en chándal a por el periódico y una barra de pan, todo lo más una caña a la una pero sin tapa, para no quitarse el hambre.

Entonces pensó: -"¿Qué coño?, Hoy voy a ser una canción."

Pero... ¿Qué tema? Había miles de millones donde elegir. La cosa se planteaba más compleja de lo que se esperaba.

"A ver, a ver... es domingo: un día simple, tranquilo, relajado. ¿Podría ser un blues? No, demasiado tristón. Ha amanecido gris y lluvioso, y precisamente por eso tengo que elegir otro estilo más alegre, vaya a ser que termine deprimido y gimoteando en la cama antes de las cuatro de la tarde.

Tal vez... si, sería genial ser una de los ACDC, ¿Big Gun? Bueno, es igual la que elija, todas son iguales.

Entonces replanteémonos el día: Empezamos con unos contundentes acordes de guitarra, luego un par de golpes de batería y el resto entrando a la vez. Perfecto, bajo solo a por el periódico, me encuentro a algún colega comprando el pan y a la hora de la caña estamos todos en el bar de abajo. ¡Cojonudo!

Pero no, no lo era, luego tengo que hacerme un solo de un par de minutos... ¿Tal vez para la hora de comer? Estaría bien, pero hoy hay carreras y tenía pensado traer a algún colega a casa. Mejor lo dejamos para el viernes que viene.

¿Algo más analógico? Podría convertirme hoy en alguna de Silvio. Pero debería quitarme el chándal y ponerme algo más... intelectual, llevar las gafas y sustituir el periódico por algo de Cortázar o Kafka. No se, no me convence. Tal vez para un jueves sería perfecto, si, decidido, este jueves seré una de Silvio, pero hoy no.

Ya está, una de los Celtas Cortos, la rehostia, la mejor opción. Llamo a los colegas para poder bailar saltando por la calles y cambiaremos la cerveza con tapa por un choto al ajillo y ponche en el campo de alguien. Mierda, está lloviendo. Quizá el sábado que viene, mejor.

Caramba, qué rabia, con lo contento que estaba hoy. Analizando la situación creo que lo mejor sería ponerme en la piel de alguna de Santana. Hoy mando yo que para eso es mi día libre, y tal vez llame a alguien para que me cante, pero siempre lo que yo le diga."

Santana era perfecto, pero elegir cantante era más complejo de lo que parecía a primera vista. Cada uno quería darle al tema un toque personal. Uno quería cambiar la caña en el bar de abajo por un vermuth en otro pueblo, otro decía que mejor que unas cañas sería ir directamente al pub a las tres y ver las carreras en pantalla gigante.

"Nada, a la mierda Santana. Joder con la mañanita que llevo.

Odio perder los domingos pensando en cómo ocuparlos, es irónico, absurdo y contradictorio.

Así que seré una de los Black Sabbath, el Heaven and Hell por ejemplo. ¿Que necesito? Bien mirado los Sabbath son más complejos de lo que parece, el bajo es genial, la batería magistral y los punteos de guitarra no los hace cualquiera. A mi no me da la voz para llegar a los altos así que tengo que buscar a demasiada gente... Muy difícil, no podría salir por lo menos hasta después de comer.

¿Y si no salgo? No, hay que salir, coño, para un día que libro. Lo suyo va a ser irme solo a por el pan y el periódico, leerme el dominical echando una caña tranquilo y luego para la hora del café quedar con la peña, así nos quitamos de que si me tengo que ir a comer, que si comemos hoy aquí, que si mejor allí... Esto ya tiene otro color. Y tras el café unas copillas que nos animemos y ¿Quien sabe? Tal vez empalmemos con las cervezicas de por la noche, seguro que hay fútbol. Unas cuantas cañas y a la camita que mañana hay que madrugar. Así puesto el pijama dormiré como un bebé, sin más problemas que elegir el lado de la cama.

Ya si, decidido, de verdad de la buena, hoy voy a ser el Stairway to Heaven de los Led Zepellin. Empiezo relajado el día, luego cambio por la tarde noche y remato tranquilo en la piltra."

Por fin pudo salir a la calle, con una cara de Stairway to Heaven que no se la saltaba un gitano y unos andares Zepellinianos que se le notaban a leguas. Compró el periódico, un bollo de pan, leyó el dominical y esperó en la barra a que llegaran los colegas.

El primero en entrar fue Jacinto, un poco alicaído.

-"¿Que te pasa, tronco? Tienes peor cara que los pollos de Simago"
-"Nada", dijo Jacinto, "es que hoy me he levantado con cuerpo de película, y como he salido en chándal pensé en ser Million Dollar Baby..."

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