Quijotes desde el balcón

martes, 14 de diciembre de 2010

Cuidando las formas

(Va a ser dificil competir con Rocío y Raúl, pero ahí va este relatillo...)
Durante mucho, mucho tiempo Anselmo, que había sido inmigrante ilegal en Estados Unidos llevaba boina por la calle. Pero no a la manera del Che Guevara, que queda muy guerrillero y molón. No. Llevaba boina a la manera de su abuelo de TorredelCampo, es decir, como un auténtico cateto. Le habría fastidiado que el Ayuntamiento de Stony Brook o de Port Jefferson, o de Wateville, o de Columbia, los municipios donde vivió aquellos años, hubieran prohibido el uso de la boina en los espacios públicos. Si los Ayuntamientos de los pueblos en los que trabajó entonces no le hubieran permitido entrar en los amplios vestíbulos con ella por considerarla denigrante e incompatible con su dignidad de persona, se hubiese ofendido. Habría pensado que aquella limitación demostraba una vez más la arrogancia estadounidense.
Anselmo no llevaba boina por razones estéticas. La boina no es una prenda que le gustara especialmente y además a él le sentaban fatal los tocados. La llevaba por motivos sentimentales e ideológicos. Se la había comprado en la Plaza Mayor de Madrid, en la pequeña sombrerería de la esquina, cuando le llevaron sus hijos a ver la capital y le tenía cariño. Llevarla encima era una manera de no cortar el cordón umbilical con sus raíces, con su cultura. La llevaba también como reacción a la "cap" estadounidense, esas gorras con visera tan populares allí, con los anagramas del FBI o los Yankis de Nueva York. Llevar boina era una forma de resistencia frente al imperialismo de lo genuinamente americano. Una reivindicación cultural. De su pueblo y de él.
Pero como sus compañeros le repetían que estaba muy feo con boina, terminó por dejarla en casa. Pero si un grupo de políticos descerebrados hubiera legislado contra su manera de vestir prohibiendo las boinas, pero no las caps, los verdugos o los gorros de montaña, hubiera sacrificado todo su "sex-appeal", de cejijunto pueblerino  y habría hecho de la boina su particular bandera. Su idiosincrasia. Un "affaire" en toda regla y en pleno corazón de Manhattan.

2 comentarios:

Rafa Vera dijo...

Como orgulloso portador de boina no puedo menos que recordar aquellas palabras de Góngora "Ande yo caliente..."

ruyelcid dijo...

Góngora dijo: Los tomates hoy están a 1'30€/kgr.

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