Quijotes desde el balcón

miércoles, 12 de octubre de 2011

Cuentos del Pasado Futuro

Parafraseando a Ray Bradbury, aquella noche no  había sido perfecta. Tras los mugrientos cristales del local, aún se acertaba a ver la luz de las farolas en la calle. Apuró su cerveza de un sólo trago y pagando con las pocas monedas que le quedaban en los bolsillos, se despidió con un hasta luego. Su pequeño terminal de bolsillo le avisó de que la hora había llegado. No se lo imaginaba, pero tal vez estaba esperándole en  aquel parque o en la esquina adyacente. Casi podía oir su respiración, jadeante, entrecortada y envuelta en aquel gabán descolorido.
En el último salto, casi pudo atraparlo, pero se se escapó. 
Un viejo coche ronroneaba cerca, calle arriba, esparciendo sus luces mortecinas entre los adoquines. Pasó de largo sin más, y Antón aceleró sus pasos. No se detuvo ante la puerta del viejo café Casablanca, ahora desvencijada por el tiempo, donde se recortaba la silueta de su anciano propietario, que había salido a fumar, y que al estar entreabierta, dejaba oir entrecortadas, aquellas notas del "A thousand miles away" de Santo & Johnny. La oscuridad del momento quizás le fuera propicia, pero no podía negar que tenía miedo. ¿Y si lo paraba la Policía Mental?
Se asomó rápidamente por la esquina para comprobar si había alquíen. Nadie. Miró de nuevo y atisbó lo que parecio ser una silueta entrecortada entre los arboles sombríos de aquel vetusto parquecito infantil.....
Era el. Sin duda no se equivocaba su terminal. Allí estaba, como esperando su destino. Como en aquella vieja película de Charlton Heston, "Soilant Green", aguardando a que lo alcanzara.
Por unos instantes dudó. Matarlo, así de repente... Es más, lo había hecho cientos de veces, ¿que más daba?...pero ahora parecía distinto. ¿Tal vez se estaba ablandando? ¿De que tenía miedo?
Consultó de nuevo su pequeño terminal de bolsillo. No podía ser. No eran más de las 10 de aquel octubre de aquel año 63. Pero el terminal no se equivocaba. la Fecha Octubre de 2035 le bastó para saber que aquel salto había fallado e iba a encontrarse con su propio destino.

1 comentario:

ruyelcid dijo...

Si es que "de grandes cenas están las sepulturas llenas..."

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