Quijotes desde el balcón

martes, 13 de mayo de 2014

Voluntarios

Relato de Francisco Ruiz

...siempre están mirando alrededor suya...
En esta vida que nos ha tocado a cada uno, necesitamos de alguien para subsistir y cobijarnos, necesitamos de personas que nos hagan felices a lo largo de esta pesada y dura jornada.

No puedo evitar pensar y darle vueltas a mi cabeza, que hay personas que siempre están mirando alrededor suya, utilizando artimañas para ganar en su propio beneficio, egoístas y poco solidarias, pero por suerte, en mis circunstancias me veo envuelto por una serie de personas motivadas en dar aquello que todo el mundo tiene por defecto cuando nace: un gran corazón bondadoso que valora a todos por igual.

A día de hoy, me quiero centrar solo en ellos y regalarles estas palabras. Son bellísimas personas, que comparten su vida familiar con personas con discapacidad, y que al fin y al cabo convierten su tiempo en parte para ellos, brindándoles valores como la felicidad, humildad, comprensión, cariño, diversión, amistad, amor, paciencia, bondad, y un innumerable sin fin de palabras llenas de contenido para ellos y para nosotros, los padres y familia.

Debido a esto, yo los llamo mi gente cariñosamente, son a ellos, los cuidadores, los que merecen todos los valores descritos y a veces no reconocidos. Por ello escribo esto en su honor, porque se lo merecen, el tiempo es oro dicen por ahí, y ellos lo regalan a todos aquellos que lo necesitan, sin pedir nada a cambio. No les importa si llueve o hace frío, cada día a la misma hora están dispuestos a dar su granito de arena, su cariño a cada uno de los chavales con discapacidad y circunstancias únicas y distintas.

No me hartaré nunca de darles las gracias, ya que llevan en sus manos un trabajo impresionante: dar un poquito de libertad y normalidad en las vidas de seres humanos cuyas capacidades están limitadas, y que si no fuera por los voluntarios y cuidadores, estarían recluidos en sus casas como antiguamente, sin saber nadie de ellos. Hoy en día, ya se puede respirar un poco, ya pueden salir y relacionarse con personas del entorno social, superando la negatividad que a veces ronda por ahí, pues aun hay personas que no miran bien esta labor.

Gracias de nuevo por la humanidad que mostráis en corazón y alma, por preocuparos por ellos y daros cuenta de la necesidad que presentan, aunque todos tengamos nuestros altos y bajos, vosotros estáis hechos de un material muy flexible, y comprendéis a la perfección que tenéis en vuestras manos vidas llenas de ilusión y sentimientos, y el agradecimiento de familias enteras que os aprecian y os respetan. Yo pongo las letras, y el sentimiento en nombre de todos ellos. Gracias.

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