Quijotes desde el balcón

miércoles, 30 de septiembre de 2015

El Reino (Alfredo Luque) (5º Aniversario de Entre Aldonzas y Alonsos)


El Reino Antiguamente, el País del Bosque situado entre los Picos del Trueno y la cordillera de los Picos de las Tormentas era un dominio de dragones, y otras criaturas ardientes, incluyendo al Dragón Púrpura. Los antiguos elfos que se instalaron aquí entraron en guerra con los dragones, a través de un conflicto continuo que finalizó con un Duelo de Honor en el que el jefe elfo, El Señor de los Cetros, derrotó al dragón. Los dragones se vieron desplazados por los elfos, pero los humanos de los reinos vecinos terminaron haciendo retroceder a estos últimos desde los bosques frondosos hasta la costa del Reino, justo el día del Aniversario.

 A medida que el conflicto entre elfos y humanos crecía y los segundos despejaban los bosques para establecer granjas, los elfos más sabios comprendieron que no podían detener ni derrotar a los nuevos intrusos. Creyendo que los Colonos eran los líderes humanos más influyentes, eligieron a un Gran Mago Humano para representarlos y guiarlos. De este modo, los elfos esperaban frenar la colonización, mantener la paz y conservar las mejores extensiones boscosas en beneficio propio. Las granjas crecieron hasta convertirse en grandes ciudades de nombres impronunciables, casualmente el día del Aniversario.

 El Señor de los Cetros era un hombre justo y honorable y, aunque el Mago se mostró en un principio, reticente a abandonar la sociedad de los elfos, se convertiría en el primero de los famosos consejeros que fueron conocidos con el sobrenombre de los “Magos Reales” del Reino. Cuando el primer Mago Real murió, los elfos convencieron al hijo de este para que asumiera el cargo como primer monarca del Reino “humano” al que habían dado forma. Y así, el Reino fue fundado en el Año de la Apertura de Puertas, con un monarca humano a la cabeza, como no podía ser de otra manera, en el día del Aniversario. Gracias a los esfuerzos del Hijo del Mago y sus sucesores, además del vigor y el ingenio de la Familia Real, el trono ha permanecido intacto por más de mil años. Durante ese tiempo, el Reino se ha hecho fuerte y próspero, sobreviviendo a varias invasiones, y se ha anexionado a otros Reinos Lejanos, reclamando además, las aún salvajes Tierras Pétreas y aplastando las repetidas rebeliones de las ciudades vecinas. A pesar de los varios desafíos al trono y las sublevaciones internas, la Familia Real ha conservado el control del Reino, ayudados y dirigidos siempre por estos magos humanos, sabios y previsores, que fueron postulados, para conmemorar así, una vez más, el día del Aniversario.

El Reino, alcanzó su cenit bajo el gobierno del Tataranieto del Gran Mago Humano, que fue coronado en los últimos días de la Cuarta Era. Los años de prosperidad bajo su mandato, reforzado por la sabiduría de más consejeros, los nuevos Magos Reales, sirvieron para fortalecer el país. Creció su poder e influencia, incrementando su población, y los habitantes del Reino, se convirtieron en exitosos mercaderes y tenderos, consiguiendo a cada generación, mayores riquezas y conocimientos que la anterior. En los tiempos de este Tataranieto, las fronteras más occidentales fueron colonizadas a gran escala, Algunos reinos vecinos fueron rechazados en las disputas fronterizas y se organizaron incursiones contra el creciente poder de los Señores de las Tierras Pétreas. Así, la que fuera su ciudad principal, fue ocupada como protectorado y se hicieron propuestas de alianzas duraderas con las gentes de los Valles. Aunque jamás llegó a estar a la altura de la deslumbrante riqueza de la ciudad de los Señores de las Tierras Pétreas, el Reino era envidiado por su fuerza y seguridad. Pero la paz del Reino llegó a su fin en los dos últimos años del reinado del Tataranieto. La peste se extendió por la tierra, los orcos y trasgos invadieron sus tierras en cantidades que no se habían visto en siglos y unos viejos enemigos de la Familia Real, revividos mediante magia maligna en forma de poderosas criaturas aladas, consumidoras de magia, destrozaron el Reino en toda su extensión. El Reino entró entonces en guerra, tan sólo para sufrir una derrota tras otra. Un enorme castillo trasgo se levantó en las tierras septentrionales. Una noche, en plena batalla final, el Mago Humano Consejero desapareció misteriosamente, y aprovechando la ventaja, a los terribles monstruos alados, se les unió en las alturas una enorme sierpe conocida como el "Dragón Diabólico Rojo”, un gigantesco y monstruoso engendro, venido de las tierras del Este, más allá del Valle. Todo acabó o casi, justo el día del Aniversario, pero El Tataranieto tenia un as en la manga: su belicosa y joven hija, conocida como la Princesa de Acero, y juntos combatieron a la especie trasga, en una aparente lucha final, pero aún saborearon más derrotas. La ciudad comercial principal fue sitiada, evacuada y perdida ante los ejércitos de los trasgos. Algunos nobles cometieron actos de traición directa y otros desafiaron abiertamente a la princesa heredera, revelando que muchos integrantes de la nobleza del país ya no sentían lealtad alguna hacia la corona, mas allá del respeto personal por el Tataranieto. Al final de la crisis, el Dragón Diabólico y el Tataranieto se retaron, dispuestos a acabar con todo, pero acabaron pereciendo mutuamente en el campo de batalla, perdiéndose con ellos, las vidas de muchos de los mejores combatientes, oficiales, soldados, Magos de Guerra y miembros de la alta nobleza del reino. La Princesa Heredera, tras reunir al resto de fuerzas leales que le quedaban, consiguió derrotar a las horribles criaturas aladas, debilitadas ahora por la muerte de su señor, pero moriría algún tiempo después, al poco de dar a luz, concediendo un nuevo rey a esta tierra: El Nieto del Tataranieto. Al fin, un acontecimiento feliz para celebrar en el día del Aniversario.




 En la actualidad, una hija de este Nieto del Tataranieto, la hermosa joven Princesa Dorada, gobierna el Reino como regente, con la hábil ayuda de la Reina Viuda. Y el Gran Mago, que misteriosamente desapareció en aquella batalla final, fue hallado a miles de leguas de distancia, enfermo y casi destruido. Fue llevado a la corte y repuesto de sus heridas, aunque portaba un mal oscuro que le acompañaría hasta su muerte. Poco antes de este fatídico acontecimiento, elegiría a una sucesora joven, pero gran experta y conocedora de la nueva magia, la Hechicera de la Fuente Sombría y se ha apartaría de las miradas del mundo, revelándole antes su oscuro secreto y el porque de su ausencia repentina. Muchos están al borde de la rebelión, otros buscan abrirse paso desde el exilio y los intereses de los Comerciantes que intentan controlar el Reino de forma encubierta o, al menos, ganar una influencia sustancial. La reconstrucción de esta tierra ofrecerá así nuevas oportunidades, y nuevos peligros para los aventureros que quieran adentrarse en sus dominios, y vivir para siempre, llenos de riqueza y honor... 

Juan despertó de la siesta justo a tiempo para la cita con el Aniversario del Club de Lectura. Casi se le había olvidado, pero recordó de repente, aún entre la neblina brumosa que separa la realidad de los sueños, que como cada último domingo de septiembre, no podía faltar a la cita acompañado de su librero favorito, y los demás amigos y compañeros de letras de aquella época de tertulias. Incluso el viejo y sabio profesor Tolkien tomaba el té, a esa hora, con una pipa cargada de Dunhill 965 en mano, en la cantina de la Biblioteca de Oxford, como cada tarde, esperando fervientemente nuestra aparición, cargado de cuadernos, mapas legendarios y nuestros textos, como ocurría cada Aniversario. De repente, una voz lo sacó de nuevo del letargo en el que al parecer se hallaba sumido, y entornando los ojos acertó a ver una figura recortada por las luces y la penumbra del local. - ¡Te has quedado dormido todo el rato! - ¿Como? - Julian, ¡No me digas que me he perdido todas las lecturas del 5º Aniversario...!

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