(Beatriz Lizana)
Su boca en mi oreja y la lengua en el cuello. Las manos en mi cintura, mi corazón en su boca. El ritmo, un 4x4 que subía y bajaba, bajaba y subía. Amortiguadores de acero adonde había fuego.
–Dime que me quieres.
A la mierda el éxtasis. Joder, ¿justo en ese momento? Todos dicen enamorarse la primera vez pero yo...
–¡Dime que me quieres!
Yo callada y sin embargo ahí seguíamos, jodiendo. Mi placer máximo llega cuando les miro a la cara y explotan, húmedos y rabiosos. Pero aquel no terminaría si no le decía que le quería.
Y no. No quería decirlo, esa era la única norma. A la mierda con todo. Nunca podré querer a nadie porque nunca nadie podrá quererme. Me bajé del carro y le devolví todo su dinero. Ya vendría otro.
Yo callada y sin embargo ahí seguíamos, jodiendo. |
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