Quijotes desde el balcón

lunes, 29 de enero de 2018

A ti, Dama Blanca

por Merce López

¡A ti! que, que siempre fuiste
quieta, fría, envolvente
cual acero brillante,
donde el sol posa sus destellos
transformados en bellos cristales de colores.
Serena, pura.
¿Dejas que me pose en tí como un halo?
Decía el hermoso Sol:
déjame darte mi calor,
déjame fundirte en manantial cristalino.

¡A ti! nieve caída entre cortina
de mil fisuras, a cual más bella.
Deja que mis manos cálidas reciban
el frescor de tu magia.
¡Sí! Magia... que con sólo caer
se vuelve gota que calma mi sed.

Estampa de mi niñez,
recuerdos de risas, juegos y placer.
Llegaste con los vientos del atardecer
para posarte en montañas, valles
y ¿por qué no? en todo mi ser.

Jugué contigo, te abracé;
miles de ángeles en ti plasmé.
Fuiste parte de mi vida,
vida que una fría mañana de invierno
contigo eternamente se fue...

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