...más yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula...Rosalía de Castro
(de Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros, 1808)
Renazco a los misterios de la vida y sus nombres,
renazco al compartir contigo tus manos
y un manojo de tristezas,
renazco en el camino después de otro tropiezocon sólo las rodillas magulladas,
renazco cuando el perro me ladra y me persigue
y al final no me muerde,
renazco con mis lágrimas volantes
que sin limpiaparabrisas emborronan paisajes
a los que luego ponen nitidez y arcoíris,renazco cuando vuelves
aunque traigas los síntomas de pólenes sin nombre.
Y no sé cómo renazco con frecuencia
tal vez por tener en mi boli aún:
un hilillo de tinta de poesía.
Renazco al quedar encantada con el revoloteo de pájaros
ajenos al progreso
y ajenos a firmar derechos de privacidad.
Sobre todo renazco entre las sombras con tu beso
ya rozando la madrugada
tu beso
resignado interrogantealgo desmemoriado
que se planta en mi cara
o se repite como un acto reflejo
como un deseo indefinido
y me lleva a la cama
silenciosa y sonámbula
desvelada y cansada
olvidada y querida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario