Quijotes desde el balcón

miércoles, 30 de enero de 2019

La Inversión (por Marina León)


La inversión

Adolfo reconoció rápidamente el uniforme del colegio la Asunción.


Adolfo estaba convencido de que esa era la mejor inversión que había hecho en toda su vida. Un piso, en pleno centro de Granada. Teniendo en cuenta cómo se estaba poniendo ahora el mercado inmobiliario, había sido una ganga. El anuncio que había visto en internet decía tal que así: “Piso reformado de 3 habitaciones, con dos cuartos de baño, terraza y garaje. Muy luminoso, todo exterior. Situado justo en frente del colegio la Asunción”. Ésta última frase fue lo que encandiló a Adolfo, ese piso tenía que ser suyo, le daba igual el precio. Su jubilación como funcionario público le permitía pagarlo y tenía bastante dinero ahorrado en el banco.


Llevaba meses frecuentando ese barrio, justo desde el día en el que se cruzó con ella, un día que nunca olvidará. Le recomendaron un taller mecánico barato justo en la calle de al lado y allí que llevó su coche para cambiarle la batería. Estaba esperando que el mecánico terminase su labor, cuando ella se cruzó en su camino. Debía tener unos diez u once años, iba con el uniforme del colegio y el pelo recogido en dos largas trenzas que le caían por los hombros. Adolfo reconoció rápidamente el uniforme del colegio la Asunción. Desde ese día, empezó a vigilar los movimientos de la niña. A qué hora entraba en el colegio, a qué hora salía o si alguna vez sus padres iba a recogerla. Se aprendió de memoria sus hábitos y horarios de cada día de la semana. Ahora, con su nuevo piso justo en frente de las puertas del colegio, la vigilancia sería mucho más sencilla. Y ya solo le quedaba esperar, esperar el día y el momento adecuados. Algún día sus padres llegarían un poco tarde y ella se quedaría sola, junto a la puerta del colegio. Adolfo sabía que solo tendría que acercarse para entablar conversación con ella. Entonces podría convencerla para que lo acompañase a su casa. Nadie tendría por qué verlos, nadie tendría por qué enterarse. Ese momento llegaría y ahí estaría Adolfo, acechando desde la ventana, para aprovecharlo.

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